Estos clips tienen a maduros en juegos de desgracia, muchas veces en callejones al aire libre con paredes llenas de grafitis, recibiendo cachetadas o insultos mientras se dan caña. Un detalle que resalta es la ropa rota que usan para aumentar la vibe de degradación. También hay momentos donde uno se arrodilla en el suelo sucio, con el otro dominando con mano firme.